Hígado de Ternera con Patatas de mi Madre

 Se me hace cuesta arriba retomar el blog pero creo que es lo mejor, seguir viviendo y acostumbrándome a su ausencia, duele muchísimo y me siento muy triste, como nunca lo he estado. Pasará, pero necesito tiempo. Cada vez la echo más de menos. Me hace falta distraer mi mente hacia otros pensamientos, que me hagan volver a mi vida diaria y a estar más activa. Tengo que hacerlo por mi familia, por mí y sobre todo por mi padre que sigue a nuestro lado.

 

 Siento que mi madre , allá donde esté, nos sigue mandando fuerzas y seguro que ella no está triste. Ella es la mujer más alegre y risueña que he conocido, espontánea y siempre joven, aunque por desgracia , su cuerpo y su mente no fueron a la par. Por eso sé que nunca querría que estuviéramos tristes, sino felices que es lo que siempre quiso para nosotros. Ella decía que siempre adelante, nunca para atrás. Trabajadora incansable hasta sus últimos días, siempre activa aunque su cuerpo y su enfermedad no la dejaron hacer todo lo que ella quería. Sé que estaba agotada de luchar. Vivió como quiso y también murió cuando lo eligió. Yo no sé si para otros era la mejor pero era mi madre, con defectos y virtudes y para mí única.

 

Fue una gran mujer, la mejor hija que nadie ha podido tener, esposa, madre y abuela inmejorable. Un ejemplo a seguir para todos nosotros. Una mujer de genio y temperamento fuerte, por eso pudo mantenerse viva. Con un corazón enorme y bueno que le jugó malas pasadas, pues una larga y grave enfermedad cardiaca hizo que sus últimos años fueran muy duros para ella.

 

Vuelvo ya porque se lo merece, quiero que sus muchas recetas de siempre queden aquí, recetas con tradición, de mi casa. Ella se sentía orgullosa de mi blog, estaba encantada. Recuerdo que me decía: " Hoy he hecho una comida riquísima, si hubiera tenido cámara , hubiese hecho foto para que la pusieras en el blog, sería un éxito". ¡ Jajajaja, seguro que sí !

 

Ahora me toca mantener vivo su recuerdo y este blog es una buena forma de hacerlo. Empiezo con una de sus recetas como no podría ser de otra manera. Muy del gusto de mi padre, se la preparé hace unos días a él: "Papá, nunca podré sustituirla pero te aseguro que pongo todo mi cariño y esmero ".

 

También os quiero dar las gracias, a todos los que me habéis mostrado tanto cariño y me habéis enviado tanta fuerza para seguir y remontar la pérdida de mi madre. Estaré eternamente agradecida.

Mil besos y mil gracias a todos.

INGREDIENTES

• 1 puerro
• 1 cebolla
• 4 dientes de ajos
• 1 pimiento verde
• 1 tomate rojo y maduro
• 1 k. y 1/2 de patatas 
• 1 k. de hígado de ternera en trozos
• orégano
• 1 hoja de laurel
• sal
• 1 cucharada de pimentón dulce
• agua
• 1/2 vasito de vinagre de vino
• 50 g. de AOVE
•  
• 

 

PREPARACIÓN

 Ponemos a calentar aceite en el fondo de una cacerola. Picamos el puerro, la cebolla y pimiento verde.  Pochamos. Añadimos los ajos laminados. Cuando  estén los ajos doraditos añadimos el tomate rayado previamente y el pimentón dulce, damos unas vueltas, y dejamos unos cinco minutos.

 

Incorporamos las patatas chascadas, el laurel, sal y orégano. Cubrimos de agua y ponemos el vinagre. 

 

 

 Cuando las patatas estén casi tiernas ( más o menos a los 15 minutos ),  pon  el hígado troceado para que termine de hacerse.

Hay que tener en cuenta que el hígado no debe cocer demasiado pues se endurece.

 

 

Déjalo a fuego medio durante 10 minutos hasta que la salsa esté en su punto.

 Nada más, sólo queda disfrutar de un plato sencillo y rico.