El Taburete de las Mil Historias
Tenía muchas ganas de ponerme manos a la obra y recuperar este taburete de la cocina de mi madre.
- ¿Es antiguo? No.
- ¡Será muy caro! No.
Nada de eso, se trata de un taburete corriente de cocina como hay muchos, sin valor económico, pero guarda muchos recuerdos, historias y anécdotas. La cocina siempre fue lugar de reunión en mi casa, mi madre apoyada en su taburete y yo frente a ella, charlabamos sin tiempo, y muchas fueron las confidencias compartidas.
La encontraba sentada en este taburete cada día que iba a verla, preparando la comida, pelando sus ajos, partiendo la verdura arrimada a la encimera... Ni sus huesos destrozados por la artrosis ni el corazón, la dejaban permanecer de pie mucho tiempo. Mi madre cocinó hasta sus últimos días, ya muy despacio, sin prisa y esa fue su manera de mantenerse viva y útil. No he conocido a nadie con tanta fuerza y ánimo, a pesar de todas las enfermedades que la atacaron. Mujer de gran carácter que le gustaba hablar con todos, mucho más con gente joven ya que ella nunca se consideró, ni siquiera, mayor. Tenía un sentido del humor envidiable y donde ella estuviera, nadie se aburría. Se reía hasta de sí misma y los que la conocieron bien, lo saben.
Ahora tengo aquel taburete en mi cocina, lo he restaurado y actualizado un poco pues ya tenía partes despegadas y el asiento algo deteriorado. Ha sido la manera de poder conservarlo durante mucho tiempo conmigo.
...¿Cuánto vale? No tiene precio porque el cariño verdadero ni se compra ni se vende.
MATERIALES NECESARIOS
- cola de carpintero
- guata de grosor medio
- tela antimanchas
- imprimación
- grapadora
- esmalte acrílico al agua Bruguer (multisuperficie)
- brocha (procura que sea buena , suave y que no deje huellas)
MODO DE HACERLO
Lo primero que hay que hacer es limpiar bien toda la superficie con un paño húmedo pero sin exceso de agua. Secar bien. Tuve que desmontar parte pues había que encolar.
Una vez bien pegado y seca la cola procedí a dar la imprimación. Dí una sola mano. Dejé secar 24 horas. No hay que tener prisa. Después dos manos de pintura, dejando secar entre capa y capa. Aunque el fabricante indica que el repintado se puede hacer al cabo de 6 horas, también esperé 24 horas entre las dos manos.
Mientras tanto tapicé el asiento, algo deteriorado por el uso y el paso del tiempo. Puse una guata de grosor medio y tapicé con un retal de tela antimanchas que tenía en casa.
Ha merecido la pena el trabajo aunque a mí no me ha costado. Todo lo que se hace con ilusión tiene su recompensa. ¿No os parece así?
Madre mia chiquilla pero que apañá eres👏tienes que asegurar esas manitas 😉tienes razón hay cosas que no tienen precio pero si un valor sentimental tan grande que no hay dinero que lo pague ❤te ha quedado precioso!!👌besinos wapa
ResponderEliminarTe ha quedado como nuevo, una buena manera de que esos recuerdos estén no solo en tu mente, si no también en tu casa.
ResponderEliminarMe gusta la foto con el peludín al lado, tiene cara de ser muy tranquilo y mimoso.
Besos.
Hola Julia
ResponderEliminarSiempre digo que eres de lo más apañá
Lo mismo nos coses que nos cantas
Has dejado un taburete precioso, vamos que parece otro
Y la verdad que precio físico no tiene pero sentimental su precio en oro
Me encanta como te ha quedado
Besosssss
Hay quien los considera trastos, pero al igual que las comidas, conservan historias que los hacen valiosos. Te ha quedado estupendo, parece un mueble de Ikea, y es más práctico de lo que nadie cree, al final es el que va de un sitio a otro por su tamaño y peso. Eres una manitas, te lo digo muchas veces.
ResponderEliminarBss
Te ha quedado precioso Elisa, con una manitas así en casa no se tira nada, además con unos resultados impresionantes, que bonita te ha quedado...Bess
ResponderEliminarDe nuevo me despierto y me alegras. Aquí la noche ha sido de diluvio y viento y aunque he dormido, la cabeza estaba activa.
ResponderEliminarNo veas cuánto me alegro cuando nos regalas esos reciclajes con historia y cariño incluidos. Si se trata de tu madre, se multiplica por muchos miles.
El taburete no tendrá valor ( ¿vale mucho uno de ikea?), pero para ti es enorme.
Te ha quedado precioso, perfecto y es muy útil.
Ahora tus niñas van a tener muchas imágenes tuyas y recuerdos. Eso es lo que realmente vale. Sabes cuánto me importa a mí.
Tienes unas manos maravillosas, pero sin la pasión que le pones, no sería lo mismo.
Mil gracias por estar de nuevo en 1+/-100.
Besos y cuidaos.
Qué bien lo resumes en la última frase. El cariño verdadero ni se compra ni se vende. Entiendo tus ganas de conservar ese taburete, tiene mucha vida de tu madre dentro como para deshacerse de él ¡Besos mil!
ResponderEliminarEly muy bonito, como tú :-)))))
ResponderEliminarLos recuerdos van ligados a los objetos más dispares, entiendo muy bien lo que dices porque la cocina es el corazón de la casa y uno de los sitios más entrañables en las casas de nuestras madres, por las horas pasadas cocinando con ellas mientras se charlaba de todo y de nada ¡quién pudiera volver a esos ratitos!
ResponderEliminarEl taburete te ha quedado estupendo y como recién comprado, ahora podrás utilizarlo con tus hijos y acumular recuerdos nuevos y preciosos.
Un beso.
¡Madre mía, Elisa! Qué bonitos tus recuerdos, hoy nos has tocado la fibra a más de una, y es que aunque algunas como yo tengamos aún a nuestros padres con nosotros, ya tienen una cierta edad, que no gana una para disgustos, es ley de vida, por eso disfrutarlos al máximo día a día, y más tarde en todas esas cosas como el taburete de tu madre, que seguro te saca una sonrisa de esas que tu madre también supo regalarte.
ResponderEliminarBesos ♥
¡¡Hola Elisa!! ¡Qué entrada tan bonita! El taburete ha quedado muy bien, renovado, como nuevo, pero esta entrada tiene mucho más, todos esos recuerdos que por suerte es lo único que nos quedan de nuestras queridas madres. Y más cuando ya se recuerdan sin dolor, todo lo contrario, con alegría y añoranza por ver lo querida que era por todos, lo alegre que era y la fuerza de voluntad que tenía, cocinando hasta casi sus últimos días. Me quedo con tu taburete, pero también con todo lo que le rodea. Besitos.
ResponderEliminarSon objetos que tienen mucho valor sentimental y eso no se compra, te quedo muy bonito besitos
ResponderEliminarEstas cosas no tienen precio, son tesoros del alma que nos reconfortan tenerlas en nuestro entorno por el cariño especial que les tenemos , así que has hecho muy bien en reciclarlo de esta forma , con esas manitas que tienes que asegurar porque valen su peso en oro.
ResponderEliminarNo hay nada que se te ponga por delante chiquilla.
Un abrazo y buen finde.
Qué manos tienes Elisa. Para mí las quisiera la mitad de hábiles, tan mal se me dan las manualidades. Te ha quedado muy bien, pero lo que más me ha gustado son las hermosas palabras con que describes a tu madre y sus recuerdos, destilan amor por los cuatro costados. Me han emocionado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Que post más bonito, con tanto cariño y mimo. El tamburete te ha quedado muy bonito :)
ResponderEliminarBuen finde!
Elisa bonita!!, que bonito es leer cuando nos comparten pedacitos especiales de nuestro ser. Ha sido leerte e imaginar a tu madre en el taburete, con todas esas palabras tan bonitas hacía ella; madre solo hay una, fortaleza y mucha energía a pesar de las enfermedades y me voy con ese pensamiento de intentar siempre hacer las cosas con esa buena energía, con amor y cariño, con ese pensamiento de sentirse vivaz a pesar de las circunstancias, cuantas enseñanzas y cosas lindas nos compartes. Pues tu taburete quedo precioso, desde donde ella esté seguro se encontrará muy feliz de tener una hija como tu, sin duda no tiene precio. Te mando un beso y abrazo grande!!!
ResponderEliminar¡A tu chiquitín y a todos nosotros, Elisa! El taburete ha quedado como nuevo y listo para seguir vivienda en tu cocina, pero lo más hermoso de este trabajo es la historia que tiene detrás; de tu sentimiento hacia todos esos momentos, asociados al banquito, vividos con tu madre... Ahora a prolongar esa herencia maravillosa en tu casa...
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
Me encanta como queda, eres valiente, yo tengo las sillas del comedor que me encantaría cambiar la tapicería pero no me atrevo, lo haces fácil y eso es precioso.
ResponderEliminarUn recuerdo que pasa de generación en generación, que maravilla
bess
Recuperar esa banqueta es recuperar parte de tus recuerdos y vivencias, esos momentos que hoy valen oro y que ya podrá seguir con la tradición en tu cocina y con tus hijas.
ResponderEliminarMuy bien explicado el proceso de recuperación de la banqueta , me ha encantado la parte sentimental de la historia.
Gracias por compartirla!!
BESOS
Hola, Elisa:
ResponderEliminar¡Pero qué bonito te ha quedado ese taburete! No hay nada más gratificante que darle una segunda vida a las cosas que tenemos en casa o que pertenecieron a nuestra familia. Me encanta cómo te ha quedado.
Un besazo.
Que bonita historia Elisa, me resulta muy familiar, porque yo también he recuperado muchas cosas de mi madre y de otros miembros de mi familia, que no tienen ningún valor económico, pero si uno inmenso para nosotros, por la gran cantidad de recuerdos que atesoran y porque aportan calidez a nuestro entorno.
ResponderEliminarTu banco es maravilloso no por lo que vale si no por lo que significa.
Y ese vigilante que tiene al lado, me encanta!!
Un beso enorme guapa y feliz semana!!
Que bonitos recuerdos.Te quedo bien bonito y tu madre se sentiría orgullosa de que siga entre vosotros este taburete en blnco .Bsss
ResponderEliminarHola Elisa ! el taburete te ha quedado estupendo ,no solo le das mas vida sino que recuperas un objeto querido por que fue de tu madre
ResponderEliminarlo has explicado perfectamente
besitos
Pues si, así tendrás un recuerdo más de tu madre y por cierto muy bonito que te ha quedado!! Tienes unas manos estupendas para todo!! Bs.
ResponderEliminarHola Elisa. Si en la cocina eres una maestra no te quedas atrás en lo que a restaurar se refiere.
ResponderEliminarUn taburete que sin duda te trae muchos recuerdos. En tu trabajo para dejarlo como nuevo, cosa que has conseguido, estoy seguro irías pensando en los muchos momentos que tu madre lo utilizaba y que eso hacía que te esmeraras más si cabe para rendirle un pequeño y emotivo homenaje. Seguro que ya forma parte indeleble de tu casa.
Un abrazo.
Hola Elisa el taburete te ha quedado genial, me encanta aprovechar las cosas y no tirar nada.
ResponderEliminarSi es que vales pa tooo.
Besinos
El toque de Belén
Elisa, no sólo el trabajo está muy bien hecho y con un acabado impecable como todo lo que haces, sino que el significado de este taburete tiene todo el valor para conservarlo así de bonito por mil años. Te felicito nuevamente por todas tus ideas maravillosas. Besos!!
ResponderEliminarElisa, eres una manitas genial, todo lo transformas y te queda precioso . Además, lo haces con gusto. Que monada de perrito, siempre junto a nosotros. Yo tengo una perrita que ya está un poco mayor y siempre está cerca de nosotros, sin despegarse ni un centímetro. Besos.
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