Piña Rellena
Sin darme cuenta ha llegado una de las fechas más bonitas del año para mi. Siempre nostálgicas, pues me faltan mis padres y mis abuelos que son los que hicieron posible que aquellas Navidades de mi niñez fueran muy felices.
Eran unos días de ajetreo en casa, mi madre y abuela siempre andaban trasteando en la cocina preparando comidas y almuerzos. Mi abuelo ayudaba a cortar el pan y a probar la comida, se llevaba la mejor parte; mi padre se encargaba del vino, del cava y de compras de última hora. Mi hermano y yo, con vacaciones escolares, jugábamos y jugábamos sin parar deseando que llegara el momento de disfrutar de todo lo que se cocía en la cocina.
Cuando mi madre empezaba a arreglarse significaba que todo estaba preparado y ya podíamos poner la mesa. Sacaba la vajilla que se guardaba para la ocasión, la cubertería, la mantelería bordada por ella de su ajuar de novia, la cristalería que había que poner con mucho cuidado... Me parecía todo precioso, tan bonito que estaba segura de que nadie en el mundo tendría una mesa tan maravillosa.
En Nochevieja volvíamos a repetir, y aún con más ganas, pues celebrábamos el santo de mi abuelo Manuel, y eso era muy especial pues tuve la suerte de tener el mejor abuelo del mundo. También venían a casa mi tios y primas y alrededor de la mesa disfrutábamos a lo grande. Las uvas preparadas en cartuchitos o puestas en las copas de cava ¡¡Llegan las campanadas!! Mi padre era el primero en terminar, algunos atragantados y otros las tomaban despacio y sin prisas, ja ja ja. Abrazos, besos, lágrimas, brindis... Mis padres sacaban los dulces navideños, comprados en una pastelería muy famosa de Huelva pues todo tenía que ser especial. Cantábamos villancicos, tocábamos la pandereta, mi abuelo nos contaba sus chascarrillos (los mismos cada año, je je je), mi madre retiraba la mesa y a bailar con la música del programa navideño de la tele.
Fui feliz y afortunada por haber vivido aquellas navidades tan bonitas con mi familia. Ahora me toca seguir la tradición, mis padres me decían que nunca dejara de celebrarlas y así será mientras yo pueda.
Toda la blogosfera esta´ ya inundada de recetas propias de estas fiestas, y un grupo de blogueras nos volvemos a reunir un año mas para celebrar "El 8º Parrando´n de Recetas Navideñas". Desde el año 2016, nuestra querida amiga Angélica Berrios, en su blog Bizcochos y Sancochos, nos invita al Parrando´n animándonos a preparar recetas navideñas, cada año con un lema diferente. Angélica ha sido siempre la anfitriona perfecta y especial, cariñosa y atenta que nos ha unido en este evento convirtiéndose en tradición para nosotras. Este año no ha podido prepararlo pero, afortunadamente, Maribel del blog Picoteando Ideas se ofreció enseguida para coger el testigo, haciendo posible que la tradición no se pierda. No podríamos tener mejor sucesora y estoy segura que lo pasaremos en grande, disfrutando de todas las recetas que aportaremos y del buen hacer de nuestra querida Maribel. Ella nos invita a preparar esas recetas que significan algo especial para nosotras en Navidad.
Mi aportación es una piña rellena que mi madre hizo algunos años. Os cuento que la primera vez que la vi me encantó sin haberla probado. Tan bonita y exquisita me parecía que pensaba que mi madre era la mejor cocinera del mundo. Yo era pequeña y no recuerdo los ingredientes exactos, aunque sabiendo sus gustos no creo que me equivoque. Con algunas aportaciones mías ha resultado un plato vistoso, de fiesta y muy apropiado para estas fechas.
¡¡ FELIZ PARRANDO´N 2022!!
INGREDIENTES
- 1 piña natural (yo solo he preparado media, doblando los ingredientes podrás preparar las dos mitades)
- 1/4 de langostinos crudos sin pelar
- agua
- lechuga
- 2 latitas de atún en aceite de oliva
- 3 huevos duros
- 1/2 aguacate
Para la salsa de cóctel:
- 200 g. de mahonesa (mejor casera)
- 20 g. de kétchup
- 10 g. de brandy
- 15 g. de zumo de naranja
- 2 gotitas de tabasco
PREPARACIÓN THERMOMIX
Lava y corta finamente en tiras las hojas de lechuga, ponlas dentro de un bol en agua fría.
Corta la piña por la mitad, vacía las mitades, reserva la pulpa para otras preparaciones o postre, solamente vamos a utilizar una rodaja pequeña de piña por cada mitad.
Corta el aguacate por la mitad, saca la pulpa y corta en trocitos muy pequeños. Pela y pica dos huevos cocidos, ponlos en un bol con el atún en aceite bien escurrido, la piña y aguacate picado. reserva.
Langostinos al vapor:
Echa en el vaso 200 g. de agua, coloca los langostinos en el recipiente varoma. tapa y coloca en su posición. Programa 10 minutos, temperatura varoma, velocidad cuchara. Mientras tanto prepara un bol con agua, hielo y sal gorda. Pon los langostinos en este agua durante 10 minutos para cortar la cocción. Saca a un plato y escurre. Pela los langostinos y reserva algunos para adornar la piña.
Salsa de cóctel:
Pon en el vaso el ketchup, el zumo de naranja, brandy y tabasco (puedes añadir salsa inglesa). Programa 3 segundos, velocidad 5. Añade la mahonesa, mezcla durante 5 segundos, velocidad 4. Retira del vaso.
Mezcla tres o cuatro cucharadas de salsa de cóctel con el relleno que teníamos reservado. Añade la lechuga, cantidad al gusto, remueve todo bien para que quede todo bien integrado. Pon este relleno dentro de la piña. Adorna con huevo duro muy picadito y los langostinos reservados sin pelar. Alrededor de la piña puedes poner un poco de lechuga.
¡¡Sirve y disfruta de tu Navidad!!
Querida amiga. He intuido al leer el nombre de la receta que era la del Parrandón, lo que no sabía era que me ibas a hacer soltar unas lagrimillas como así ha sido. Imaginarás el porqué.
ResponderEliminarSé de cómo eran tus Navidades, pero en esta entrada, nos lo has contado tan bonito y con tanto cariño y nostalgia, que me has hecho retroceder a las mías que ya nunca volverán.
Por suerte, puedes seguir disfrutando de tu familia, aunque falten los seres más queridos que eran tus padres y abuelos, pero tú sigues siendo el motor de estas fiestas que no para todos son felices.
Deseo de corazón que sigas teniendo la fuerza para llevar el timón navideño con tanto cariño.
Seguro que si tu madre probara la piña rellena que nos regalas no notaría la diferencia. Es una receta de la época con su salsa cóctel que sigue siendo una delicia y de lo más refrescante.
Felicidades amiga. Muchos besos.
Qué bonitas navidades, esos recuerdos con toda la familia! Una mezcla de alegría y de añoranza, pero lo importante es haberlas vivido.
ResponderEliminarLa piña queda muy vistosa y también está muy rica.
Besos.
¡Qué bonito lo que nos has contado! Tuviste unas Navidades muy felices y siempre quedarán en tu memoria. Y ahora has tomado el testigo y seguro que haces muy felices a los tuyos.
ResponderEliminarLa piña te ha quedado preciosa y con esos ingredientes y el cariño que le has puesto está riquísima. Un besazo.
Buenas tardes Elisa, en definitiva eso son las navidades, estar en familia, rememorar momentos con los que ya no están y crear otros nuevos que dejen huella en los que continúen con el legado de familia, y entre esas cosas nada mejor para hacernos sentir bien, que cocinar esos platos que en esencia saben a calor de hogar, aunque sea una ensalada tropical.
ResponderEliminarBesos y disfruta de los tuyos siempre.
Recuerdos vividos en la niñez que nunca se borrarán de nuestra memoria.
ResponderEliminarUna ensalada fresca de piña que lucirá muy bonita en la mesa de Navidad.
Besos
Hola Elisa, los recuerdos entrañables siempre están ahí, pensar en las reuniones en familia es una felicidad, gracias por tus palabras preciosa.
ResponderEliminarLa piña me la apunto, siempre la veo pero al final no la preparo, me guardo tu receta, refrescante y con la thermomix tendré que hacer los langostinos así, eres una crak
besos
¡¡Hola Elisa!! Vaya recuerdos bonitos, es lo mejor que tenemos, sobre todo de los nuestros cuando ya no están con nosotros pero siguen en nuestros corazones, precisamente porque nos quedan esos maravillosos recuerdos. Gracias por compartirlos con nosotros.
ResponderEliminarLa piña rellena queda preciosa, además de que tiene que salir muy rica. Es una receta muy vistosa y no muy cara de hacer, cosa que se agradece, pues los langostinos siguen más o menos al mismo precio que estaban y los otros ingredientes los solemos tener en casa siempre, así que también es de agradecer que sea una receta tan fácil, vistosa, rica y económica. ¡¡Feliz Parrandón!! Besitos.
Hola Elisa. Una entrada muy entrañable con recuerdos familiares y que pienso que todos o casi todos los tenemos guardados en lo más profundo del corazón.
ResponderEliminarSe acercan unas fechas en las que la nostalgia se adueña de nosotros al faltar personas muy allegadas, padres, hermanos, amigos, etc, pero la vida continúa y lo único que nos queda son mantenerlos vivos en nuestro pensamiento.
En estas fiestas esta forma de preparar la piña era muy habitual, de ahí que al leerla hayan aflorado sentimientos.
Una receta ideal para estos días y que seguro hará las delicias en la mesa.
Un abrazo.
Esta PIÑA, yo la comería con cucharita de plata ;))), tan preciosa te ha quedado
ResponderEliminarMi reina mora, espero que estés bien, y a juzgar por el plato así lo creo
TE MANDO UN ABRAZO PRE-NAVIDEÑO con todo mi cariño ya lo sabes ^:^
tedeternura
Hola Elisa, leyendo tu entrada has hecho que recuerde las navidades de cuando era pequeña, en mi casa, con mis hermanos y mis abuelitas....es que eran muy parecidas a las tuyas.
ResponderEliminarLa piña tiene que estar de categoría, frequita y sabrosa.....y también se parece a una que hacía mi madre jajaja
Un bst guapa.
Hola Elisa, es lo que tiene la Navidad, que siempre nos trae buenos recuerdos. La piña me parece un plato delicioso y con ingredientes asequibles, te ha quedado estupenda
ResponderEliminarBesitos
Por cierto, hoy te he dejado una cosa en mi blog ^:^
ResponderEliminartedeternura
Elisa qué bella entrada, qué recuerdos tan lindos, te leo y es como si estuviese mirando por una ventana todas las escenas que nos cuentas ;) Muchas gracias por tus lindas palabras, me da mucha alegría que también estés presente este año en el Parrandón y más con esta receta espectacular, un plato muy vistoso para engalanar la mesa navideña, veo que este año van ganando las recetas frescas aperitivos y ensaladas, todo me encanta. Besos, feliz fin de semana y feliz Parrandón!!
ResponderEliminarQue gran presentacion, la piña luce divina y que rica tiene que estar, un plato perfecto para las fiestas, que bueno que nos compartes esta receta de tu mama.
ResponderEliminarBesos
Es preciosa LA NAVIDAD por varios motivos, los recuerdos inolvidables precisamente ( como los tuyos) pasado y presente.
ResponderEliminarMe encantó tu receta (tomo buena nota para ponerla estas Fiestas. Un abrazo.
Querida Elisa, la verdad es que siempre que la piña con marisco en aquellos años siempre recordaba a días festivos. Tu piña me ha transportado a aquellos momentos . Se ve festiva y elegante , decora de forma genial una buena mesa. Besos
ResponderEliminarNos parece super vistosa y seguro que exquisita, Elisa. ¡La guardamos! Nos ha encantado como has descrito tu Navidad; nosotras la recordamos así también de pequeñas y también tratamos de transmitirles esos sentimientos y sensaciones a nuestros hijos...
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
Elisa, soy Patty. He acabado llorando como una Magdalena, precioso relato, un cuento corto perfecto. Veía el escenario con la cristalería, el mantel del ajuar… la misión de cada uno en aquella escena… hasta veía a las dos señoras terminando al detalle cada tarea.
ResponderEliminarTu receta superrica y seguro que me gustaría mucho. Feliz Parrandón y ya sin muchos y ahí seguimos con el paréntesis de Angélica este año.
En fin. Divino el relato.
Besos grandes.
Una receta muy rica para Navidad o cualquier día de fiesta, a mi me encanta y de vez en cuando la hago para alguna celebración.
ResponderEliminarBesos. Lola
La piña rellena es todo un clásico en muchas celebraciones navideñas, al menos en las de mi generación, donde entró en nuestros menús cuando yo era pequeña, pues entonces la piña era algo caro y exótico que no estaba disponible todo el año y era uno de los "extras" que se consumían en navidad. Seguramente siga formando parte de la tradición de muchas casas, como las batallitas que todos los años cuentan los mayores, las tareas que cada uno tiene asignadas y el recuerdo de los que nos faltan.
ResponderEliminarUn beso.